El estrés, las emociones negativas, el cansancio y la ira consumen valiosa energía que necesitamos para vivir bien.
Independientemente de los eventos que nos rodean, es importante mantener la actitud correcta para enfrentar los momentos difíciles y, sobre todo, para vivir bien en la vida cotidiana. Una actitud positiva es como un ejercicio físico: cuanto más lo practiques, más fácil y natural se volverá, y más beneficios obtendrás.
Si te resulta difícil dejar de suspirar desde que suena el despertador, es hora de cambiar algo y ponerte en forma.
1. Amabilidad: Sé amable contigo mismo y con los demás. Responder con amabilidad atraerá amabilidad, como un espejo. Evita las críticas duras, los gritos y la agresividad. Enviar mensajes positivos te devolverá grandes recompensas.
“La amabilidad es un lenguaje que los sordos pueden escuchar y los ciegos pueden ver.” - Mark Twain
2. Comer bien: Busca un equilibrio entre el placer, la diversión y la verdadera nutrición, lo que realmente alimenta tu cuerpo. Si la palabra "saludable" solo te evoca imágenes de verduras hervidas, es hora de explorar en línea o en quioscos. Hay tantas ideas que descubrirás que cocinar puede ser realmente divertido. Experimenta, sé curioso y no te esclavices a las costumbres. Probar platos veganos no significa volverse vegano, sino darte la opción. Lo que antes era solo pasta con salsa ahora puede convertirse en pasta integral con aromas mediterráneos, pescado azul y crujientes patatas dulces, ensalada colorida y mucho más. No te limites; te sorprenderá cómo tu cuerpo responde de manera diferente a diferentes alimentos, y la nutrición adquirirá un valor mucho más alto de lo que imaginas.
3. Respeto por tus niveles de energía: Pregúntate qué te agota de toxinas y qué te nutre. Estas son las dos mejores preguntas para encontrar equilibrio. Si estás exhausto e irritable, ¿cómo puedes estar al servicio de los demás, por no hablar de ti mismo? Mantenerse en la cima requiere descanso. Incluso los Ferrari más rápidos requieren mantenimiento, cambio de neumáticos, repostaje de combustible y agua antes de competir en la Fórmula 1. ¿Por qué no hacerlo también tú? Cuando estés cansado, no recurras a estimulantes; en cambio, relájate. La energía regresará por sí sola y de manera natural.
4. Silencio: Busca tu oasis de bienestar, busca el silencio. La televisión, el transporte público, los electrodomésticos, el trabajo, la computadora, el tráfico, el caos... todo genera estímulos, desorden y ruido, pero tu mente necesita algo diferente. Sumérgete regularmente, todos los días, en el silencio. Encuentra un lugar o un momento en el que solo estés tú y nada más, excepto tal vez el ronroneo de un gato o el susurro de las hojas. ¿No sientes la paz?
“El respeto por uno mismo es la piedra angular de toda virtud.” - John Locke
5. Amigos: Nunca subestimes la importancia de rodearte de amigos que te aman, te apoyan y te aceptan tal como eres.
6. Abrazar las sombras: Acepta tus defectos y retira las proyecciones sobre los demás. Concéntrate en tus virtudes.
7. Gratitud: Los científicos afirman que la emoción más perjudicial para la salud es la ira. ¿Puedes adivinar cuál es la más beneficiosa? La gratitud, precisamente. Todo lo que sucede en tu vida es un regalo, empezando por la vida misma. No des por sentado que todo te pertenece. Si algo hermoso sucede o alguien hace algo simple por ti, no lo consideres rutina, ¡sé agradecido!
8. Creatividad: Deja que tu alma se divierta: decoupage, dibujos, garabatos, pensamientos, canto, baile, clases de guitarra, cocina y mucho más. Tienes cinco sentidos: ¡úsarlos todos! Experimenta cada aspecto de la vida: el olor, el sabor, la apariencia, el sonido, la textura. Pierde la noción del tiempo, redescubre los juegos de tu infancia.
9. Sabiduría emocional: Libera tus emociones. No temas expresar el descontento, llorar o reír. Las emociones son parte de ti y merecen una voz que las cuente.
10. Ligereza Este es mi "mandamiento" favorito. ¿Por qué convertir todo en algo difícil? ¿No es suficientemente difícil todo ya? Intenta volver a ser como un niño, sé inconsciente y juega. Si hay un problema, piensa en una solución, no en el problema. Una vez que hayas resuelto el problema, está resuelto; no pienses más en ello. Angustiarse no solo será inútil, sino perjudicial para tu sistema nervioso. Siempre resta importancia a las cosas, no necesitas demostrar a nadie que sientes compasión, mucho menos a ti mismo. Restar importancia es una herramienta para acelerar la búsqueda de soluciones.
¿Problema? No, solución.
© Copyright 2023 Valeria Gonnella Naturópata
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